Dra. María Isabel Monroy Castillo
Muy estimados alumnos de las nuevas generaciones de Maestría Sustentable del Agua, Maestría en Historia y Doctorado en Ciencias Sociales.
Se encuentran hoy aquí en la apertura de cursos de una nueva generación de posgrado. Han superado los cursos de licenciatura y algunos los de maestría. Casi todos han venido a buscar una mayor preparación en las áreas de estudio de su interés con el fin de encontrar empleos mejor remunerados, ¿o me equivoco? Otros se han sentido atraídos sencillamente por el conocimiento científico, aunque son los menos y a lo mejor me dicen: ¡ninguno!
Pero, ¿qué nos brinda el conocimiento científico?, ¿de qué manera contribuye a nuestro mejor estar en el mundo?, ¿Cómo extender el conocimiento derivado de las investigaciones? Estas y mil preguntas más seguramente bullen en sus mentes.
La aventura de emprender un posgrado les brindará herramientas para responder a estas inquietudes, plantear otras y continuar avanzando en la senda del conocimiento.
El conocimiento científico es vasto y con múltiples aplicaciones. Han elegido ustedes las ciencias sociales y las humanidades, ¿por qué estas y no otras opciones? Con seguridad contemplaron las diversas avenidas del conocimiento científico y se inclinaron por estas vías.
Los posgrados que están a punto de emprender exigirán su mejor rendimiento. Tendrán que trabajar arduamente para conseguir los resultados aprobatorios de cada curso; ciertamente hay que leer y estudiar largas horas para conformar paulatinamente el perfil de su mente científica, que alcance a comprender la complejidad de la realidad actual y los retos que nos plantea en el futuro próximo, a mediano y largo plazo. Buscamos respuestas y alternativas a una realidad siempre cambiante con problemas subyacentes de larga trayectoria.
No importa si nos interesa profundizar en un problema del siglo XVI o de los años recientes, todas nuestras investigaciones buscan de alguna manera dar respuesta a los problemas que nos aquejan hoy en día desde las más diversas perspectivas. Comprender nuestra realidad social contemporánea en un mundo globalizado es realmente un reto y las explicaciones parciales no dan el ancho.
Pero lo más valioso es que estos estudios de posgrado les ayudarán a aprender a pensar desde el ángulo que hayan elegido, la mejor manera de comprender nuestra realidad y los retos a los que nos enfrentamos.
Hace treinta años busqué iniciar un posgrado en Historia, aquí en San Luis Potosí. No había opciones. Los posgrados en Historia se impartían en su mayor parte en la Ciudad de México, salvo las excepciones que brindaban El Colegio de Michoacán en Zamora y la Universidad de Guadalajara. Así que propuse una alternativa que resolviera mi requerimiento y el de un grupo de jóvenes provenientes de diversas disciplinas: Antropología, Arqueología, Ciencias de la Comunicación, Literatura y conseguí que la UIA Campus Santa Fe, impartiera una Maestría en Historia para nuestro grupo. Aunque la experiencia fue muy exitosa, no era sostenible en un mediano plazo.
Teníamos que construir una opción para los jóvenes que quisieran formarse dentro de las ciencias sociales y las humanidades, porque la UASLP no ofrecía más alternativas que las licenciaturas en Ciencias de la Comunicación y Biblioteconomía, pero ningún posgrado y ninguna posibilidad de investigación en Ciencias Sociales y en Humanidades.
Así nació el proyecto del Centro de Investigaciones Históricas de San Luis Potosí que con un grupo pequeñísimo de investigadores decidió lanzarse a la construcción de una institución en la que fuera posible formar nuevas generaciones de investigadores en Ciencias Sociales y en Humanidades que atendieran las necesidades regionales. El Centro de Investigaciones Históricas de San Luis Potosí se convirtió en El Colegio de San Luis hace poco más de 26 años y desde entonces se ha dedicado a la investigación a través de sus programas de Historia, Antropología, Agua y Sociedad, Estudios Políticos e Internacionales y Literatura, con el respaldo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, ahora Consejo Nacional de Humanidades, Ciencia y Tecnología. Y por supuesto que con el establecimiento paulatino de los programas docentes de Maestría en Historia, Licenciatura en Relaciones Internacionales, Maestría en Políticas Públicas, Maestría en Gestión Sustentable del Agua, Maestría en Antropología, Maestría en Literatura Hispanoamericana, Doctorado en Ciencias Sociales, Doctorado en Antropología, Doctorado en Historia y Doctorado en Literatura Hispánica, programas docentes de posgrado inscritos en el Sistema Nacional de Posgrados, certificados por su calidad.
Los grupos son pequeños para garantizar la calidad de la formación que se imparte. Cada nueva generación de estudiantes es un reto para el Programa de Investigación que lo alberga, ya que se trata de formar los mejores estudiantes en el área, que tendrán que salir a competir por una posición en la liza académica global.
Si me preguntan ¿qué se necesita para ser un buen investigador? Mi respuesta es que hay dos ingredientes básicos: la dedicación a su programa de estudios, pero, sobre todo, la pasión por el campo científico que han elegido. No puede sobrevivir exitosamente el uno sin el otro.
Así que mis mejores deseos para que este nuevo periodo que inicia sea de pasión y trabajo profundo.
