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ESTUDIOS ANTROPOLÓGICOS, Sin categoría

El 8M no es para reglar flores, es para reconocer derechos de niñas y mujeres y evitar que sean víctimas de violencia y discriminación

El Colegio de San Luis

8 de marzo de 2024

“El 8 de marzo, no es un día para darnos flores o chocolates ni para decirnos que somos la cosa más hermosa del universo y luego no” así lo afirmó la investigadora Mónica Luna, coordinadora del Laboratorio de Antropología Aplicada para la Atención de Violencia Feminicida de El Colegio de San Luis.

Lo importante de esta conmemoración es aprender a reconocer los diferentes tipos de violencia que enfrentan las mujeres, que generalmente las ejercen los varones, añadió. Desafortunadamente la “manifestación de la violencia patriarcal y machista no tiene edad, clase social, estrato, no distingue se ejerce en diferentes ámbitos”.

Consideró que es necesario trabajar en reconocer lo que es la violencia feminicida, que es complejo salir de ésta, pero sin culpar a las víctimas. La violencia feminicida es algo que está estipulado en la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, que es una serie de acciones que se van configurando vulnerabilidad, que puede llegar a ocasionar la muerte.

Refirió que hay varios tipos de violencia que pueden derivar en violencia feminicida como la violencia obstétrica o la violencia institucional, en donde no se toman las medidas necesarias para evitar que crezca y se agraven las condiciones en contra de las mujeres.

Es necesario romper con los patrones de conducta de los varones -señaló la académica- que siguen considerando que “las mujeres son su propiedad sin derechos ni voluntad”. Sin embargo, cuando las mujeres se revelan a estas imposiciones y se disponen a decidir sobre sus derechos humanos, los hombres suelen verlo como una afrenta y entonces se desemboca en más violencia contra las mujeres que están intentando revelarse.

Explicó que cuando la violencia se incrementa, a esta categoría se le conoce desde la antropología como continuum de violencia y es la suma de una serie de violencias “que vamos teniendo a lo largo de nuestra vida”. Es necesario por ello, para romper estos ciclos de violencia contra las mujeres que cuenten con herramientas y capacidadesdes institucionales, comunitarias, familiares,  para evitar seguir expuestas a la violencia feminicida. 

“Hay cuestiones que son muy importantes cuando una mujer finalmente decide denunciar y llevar esta denuncia a los ámbitos que corresponden de la procuración de justicia y hay una cuestión muy importante que es que ellas puedan trabajar y ser apoyadas para romper una esencia de culpa a las mujeres”. Se tiene que romper el ciclo de violencia y discriminación, se requieren las leyes y políticas públicas que procuren que el respeto a niñas y mujeres sea algo dado en sí mismo, no porque sea esposa, hija o madre de alguien más, sentenció Mónica Luna.

Finalmente reiteró que el 8M es para reconocer el trabajo, esfuerzo y los avances de muchas mujeres que a través del tiempo han luchado por igualdad de derechos y oportunidades, y combatir la discriminación contra niñas y mujeres.